Chat gratis

sábado, 20 de julio de 2013

"Nuevas eventualidades"

"Sábado 9 de Marzo"
Buenos días cuaderno. Sí, he dicho buenos días, ni tardes, ni noches, ni madrugadas, sino días. Creo que ha sido de los pocos sábados que me he levantado temprano en lo que llevo de curso, y me alegro de haberlo hecho.
Bajaba de mi Sala Común para ir a desayunar, cuando me encontré con que el conserje, Filch, colocaba en el tablón de anuncios un par de carteles, y se iba, abriéndose paso entre unos cuantos alumnos con su habitual mueca de desagrado en el rostro. Me acerqué un poco más para ver ambos carteles de cerca. Pronto, se habían arremolinado en torno a ellos bastantes estudiantes de las diferentes casas; uno tenía un matiz violeta pálido y estaba decorado y escrito con elegantes letras plateadas, pero me fue imposible leerlo con tanta gente alrededor (la mayoría, por no decir todas, eran chicas).
El otro cartel, era de color crema, parecido a un simple pergamino y con letras escritas en una oscura tinta azul marino. En torno a él no había apenas gente y se podía leer fácilmente: “Cambios sobre los próximos partidos de Quidditch”. Rápidamente distinguí la mirada de Lia posada en el cartel, y, no muy lejos, la de un chico de pelo rojo intenso que no me sonaba prácticamente de nada. También se encontraba leyéndolo Ariana (Prewett); una de mis primas, por parte de madre. Me costó percatarme de ella y probablemente no lo hubiera hecho de no ser por su inconfundible y llamativa melena pelirroja. Al final comencé a leer el cartel; era breve y claro:


Volví a leer el mensaje unas cuantas veces, algo confuso. No entendí muy bien el por qué, pero de todos modos no me importaba demasiado, al menos jugaríamos contra Hufflepuff.
Comencé a hablar con Lia, que, como he dicho antes se encontraba por allí cerca. Al parecer ella tampoco comprendía muy bien el por qué. Finalmente, acabamos hablando animadamente de Quidditch y de las tácticas que se utilizaron en los últimos mundiales. Justo entonces, Ariana nos comentó con una sonrisa que echáramos un vistazo al otro cartel, ya que la gente que se había aglomerado anteriormente ya estaba dispersa por los pasillos, charlando en pequeños grupos. Me dirigí allí para ver qué era lo que provocaba tanta curiosidad ante las chicas; “¿Una nueva colonia con esencia de amortentia? ¿Un pintalabios que nunca se acabase?” Pues no. En letras brillantes se podía leer claramente “Baile de primavera”. ¿En serio? ¿Un baile? ¿De primavera? No creo que pudiese haber algo más cursi que se pudiese celebrar en Hogwarts. Debajo del título venía una larga lista sobre la vestimenta, la decoración, la pareja, la música y el baile… y muchas otras tonterías que no tuve ganas de leer. Tan solo memoricé la fecha. Pero lo peor, si duda alguna, era bailar. La verdad es que no me apetecía en absoluto. Estuve hablando de ello con Lia, mientras nos dirigíamos por fin al Gran Comedor.Al parecer a ella se le daba bastante bien ya que había tomado clases de ballet de pequeña. Pero yo la verdad estaba totalmente perdido. Y lo sigo estando. En fin... no sé que haré para no quedar en ridículo. Tal vez debería seguir el ejemplo de cuarto y no salir a la pista de baile. Así no correré riesgos. Lo malo, es que ahora, obligatoriamente, tengo que hacerlo, ya que tengo pareja. A Hermione le ha encantado la idea del baile tanto como al resto de las chicas que se habían agrupado en torno al cartel.
Por mi parte, tengo unas ganas tremendas de contarle a Harry lo del partido. Pero, como siempre pasa últimamente, no se encuentra en la Sala Común. Creo que ha ido a hablar con McGonagall... por algo que le traía preocupado desde hace varios días...



lunes, 15 de julio de 2013

"Exitum totalum & nuevas preocupaciones"

"Jueves 14 de febrero"
¡Sí! Eso es diario, sí. ¡Me he librado! ¡A Hermione le ha gustado nuestra cena de San Valentín! Merlín, menos mal... ¡todo fue estupendamente!
La llevé antes del anochecer a una bonita playa, en la que corría una agradable brisa (a pesar de estar a mediados de Febrero) y nos esperaba una cena de lo más suculenta y sí... "romanticona". Me puse hasta traje y todo, ¿eh? (Y ella se puso un vestido que le quedaba realmente bien).
Preparé una mesa en medio de la arena, rodeada de pétalos y ramos de rosas. Y días antes le pedí a mi madre que hiciera una de sus tartas caseras (se le dan de miedo y están de rechupete) con forma de corazón y adornada con rosas rojas de nata y caramelo de colores. Charlamos, cenamos, y tal, y al final de todo le regalé un precioso (o eso creo) anillo plateado con un rubí rojo incrustado. Me lo consiguió Harry en una tienda del Callejón Diagon, y parece haberle gustado mucho. En fin, hemos paseado por la playa, nos hemos mojado un poco (maldita marea nocturna) y hemos vuelto cuando nos ha apetecido, que ha sido bien entrada la noche. Y yo como no tenía sueño, pues me he puesto a escribir. Un día usarán esto para escribir mis memorias, sí, lo sé. En fin....
Hace días que no veo a Harry. Y Hermione ya me ha comentado seriamente qué es lo que le puede pasar; ha perdido apetito, que de eso me doy yo cuenta. Siempre me deja comerme la mitad de sus gachas de avena en el desayuno, y ni siquiera  baja al comedor para almorzar o cenar algo. A veces, Hermione y yo les pedimos a los elfos de las cocinas algo de picar para él, pero cuando subimos ya nos lo encontramos arriba, durmiendo, o fuera... 
Las clases son otra. Antes se dormía en las clases de Snape (si, Snape ha vuelto, y han readmitido a Susan; maldita sea, a mí me gustaba Libby), ahora parece como si fuera un muerto viviente ciego y cansado. Confundió el hígado de dragón con el polvo de cuerno de unicornio y nos han puesto un Desastroso a ambos. Y no tiene ganas de hablar con nadie... antes no sé, enviaba cartas a Sirius, podía... podía hablar con Dumbledore... pero ahora, nada. Tememos lo peor.
A Harry le vuelve a doler la cicatriz.
...en fin. Sigo sin tener sueño. Son las dos de la madrugada... mhm... puede que si tengo suerte... sí, puede que si tengo suerte me encuentre con alguien de agrado por los pasillos. Ah, no, calla. Ha vuelto Snape. Maldita sea. Pues me iré a dormir, qué remedio. Una pena que no haya alitas con forma de rosa roja. Hubiera sido un buen menú para lo de esta noche... bueno, bastante bien ha salido todo, no nos quejemos.